Como siempre, cundió el pánico entre nosotras, que somos así, un tanto asustadizas. Cosas de la vida.
En fin, la cosa es que, con tanto lío como tenemos a estas alturas del curso, la creación del spot parecía una tarea harto difícil de conseguir acabar (y empezar).
Cuando nos pusimos a ello, primero investigamos qué era eso de la nube Google-UJI. Entrando en http://google.uji.es/es, averiguamos que Google había pactado un acuerdo con nuestra universidad, la UJI (Universitat Jaume I), mediante el cual permitían un uso conjunto de las aplicaciones y las herramientas de comunicación de Google desde las cuentas de la universidad. Algo así como un mix de herramientas on-line que permitían que el flujo de comunicación y de colaboración fuera asombrosamente inmediato y efectivo.
Nos gustó la idea de la nube, la idea de subirse a ella para ir descubriendo poco a poco las aplicaciones que la UJI y Google habían puesto a nuestra disposición. Empezando por GoogleDocs, llegarían a compartir también GMail, Google Calendar, Google Sites y Blogger.
Así pues, partiendo del concepto de la nube, comenzamos a pensar en cómo materializarlo. Poco a poco, entre unas y otras, llegamos a una conclusión: queríamos realizar una animación.
Para ello inventamos una pequeña historia, una historia en la que una nube se despertaba y comenzaba un viaje por el cielo, desde donde podía ver pueblos, campos y montañas, y llegaba a ver un árbol, el árbol de GoogleApps. En él, cada rama la llevaba a visitar y conocer las diferentes aplicaciones. La nube, muy contenta, siguió su camino hacia lo más alto del cielo, seguida por las aplicaciones de Google que, montadas en sus globos, también querían ver el mundo desde el cielo.
Allí arriba observaron como, gracias a ellas, el intercambio de información era inmediato aunque los diferentes autores se hallaran cada uno en una punta de la Tierra. Las aplicaciones, unidas a la UJI, eran capaces de lograr que la comunicación inmediata dejara de ser un sueño para convertirse en una realidad.
Y así, la nube, prosiguió feliz su viaje.
Ilustramos la historia con aproximadamente 6 fondos con diferentes elementos móviles: la nube, el molino, el balido de la oveja, las aplicaciones, el documento, la flecha y los globos. Fotografiamos cada secuencia de la historia colocando los elementos móviles según la evolución de su movimiento. Tras ello, las fotografías fueron procesadas y coloreadas mediante el programa Adobe FreeHand MX, mediante el cual también cortamos cada fotograma.
Una vez acabamos con el procesamiento de las imágenes (200 en total), comenzamos el proceso de edición del vídeo. Para ello utilizamos el programa Windows Movie Maker. Insertamos todas las imágenes y la música y comenzamos a cuadrar el tiempo de duración de cada fotograma (aproximadamente 00:00:15) para que la animación cobrara vida. Tras ello, añadimos los títulos de crédito al final, consiguiendo que el spot durara aproximadamente 36 segundos, y unos 50 el vídeo en total.
La música elegida para el spot fue la pieza Finale del compositor español César Benito. Os contaré nuestras peripecias respecto a la música. En un primer momento contactamos con la SGAE, ya que la música no era libre y queríamos informarnos sobre cánones, derechos, etc. Un señor/a muy amable nos contestó muy rápidamente, afirmando que ellos realizarían los trámites necesarios y remitiéndonos a una segunda, esta vez sí, señora, que por alguna extraña razón, no entendía nuestra petición (que no era otra que ponerse en contacto con el autor para informarnos de cuánto debíamos pagar y cómo).
La cuestión es que, con tanto lío, decidimos contactar nosotras personalmente con César Benito. Entramos en su página web y, en el apartado Contacto, escribimos nuestra petición, informando de nuestra situación.
Un simpatiquísimo César nos contestó al cabo de unas horas (cosas de las diferencias horarias, él vive en Los Ángeles) dándonos permiso para utilizar su música sin pagar nada. Esto fue lo que escribió:
Hola Carmen,
Adelante con vuestro proyecto!! A mí no me tenéis que pagar nada.
Avísame cuando lo tengáis en Youtube, para que lo pueda disfrutar yo también!
Un saludo,
César
No os podéis hacer una idea de la alegría y la ilusión que nos hizo recibir este e-mail. Y es que, como admiradora de César y su música, no cabía en mí de felicidad por haber contactado con él y porque, encima, nos dejara utilizar su pieza en nuestro pequeño spot. Una vez más, la tecnología nos permitía hacer cosas maravillosas.
En definitiva, el resultado obtenido fue altamente satisfactorio ya que, aunque fue muy costoso y laborioso, conseguimos algo muy parecido a lo que teníamos en mente antes de comenzar, obteniendo así un pequeño spot agradable y alegre, en el que se cumple su finalidad primera: promocionar la nube Google-UJI.
¡Y aquí lo tenéis!:
